En el contexto de la Technori Pitch, donde diversos emprendedores de la ciudad de Chicago (Estados Unidos) exponen sus ideas, el creador de Siri, Dag Kittlaus, contó su propia historia sobre el software, y cómo fue la adquisición por parte de Apple.
La aplicación, lanzada en la App Store en 2010, captó la intención de Apple de inmediato, de tal manera que un día Dag Kittlaus recibió una llamada anunciada como proveniente de Scott Forstall, pero en realidad se trataba de Steve Jobs.
El creador de Apple lo invitó a su casa en Palo Alto donde, según afirmó Kittlaus en la conferencia, pasaron tres horas conversando del futuro. Poco tiempo después, en abril de 2010, la adquisición de Siri por parte de Apple estaba cerrada.
Según se reveló el siguiente problema era el nombre. A Steve Jobs no le gustaba "Siri", pero él estaba muy apegado al nombre, y lo justificó diciendo que había trabajado con una mujer llamada Siri en Noruega (donde la palabra significa "hermosa mujer que te guía a la victoria") y originalmente le iba a poner Siri a su hija, pero como finalmente tuvo un hijo, relegó el nombre a la aplicación.
Kittlaus contó que Steve Jobs rechazó el nombre de manera inicial, y se dedicó a pensar otro que fuera mejor, pero como no llegó a nada, el nombre Siri quedó.