Tierra Santa. Arqueólogos hallaron esta iglesia de unos 1500 m2 de superficie, durante las excavaciones realizadas previas a la construcción de un nuevo barrio en la ciudad de Bet Shemesh, al oeste de Jerusalén. La iglesia sería un espacio de adoración para un, aún desconocido, mártir.
Se sabe que la construcción de la iglesia se realizó en su mayoría durante el reinado del emperador Justiniano, entre 527 y 565, con la adición de una capilla pocos años después bajo el emperador Tiberio II Constantino.
"Se desconoce la identidad del mártir, pero la excepcional opulencia de la estructura y sus inscripciones indican que esta persona era una figura importante", explica Benjamin Storchan, director de la excavación.
La cripta contiene una cámara funeraria subterránea que aparentemente albergaba los restos del mártir venerado, y se accedía a ella "a través de unas escaleras paralelas". En el suelo del templo, además, relucen mosaicos con diseños de hojas, pájaros, frutas y elementos geométricos.