El enigmático objeto interestelar 3I/ATLAS volvió a captar la atención de la comunidad científica y del público tras la difusión de imágenes que mostrarían características poco comunes en su entorno. El hallazgo, aún sin validación institucional, ha reabierto la discusión sobre su verdadero origen y composición.
¿ESTRUCTURAS EN ROTACIÓN?
El debate se intensificó luego de una publicación del usuario 3I/ATLAS Whistle Blower en la red social X, quien afirmó que el objeto presenta “cinco estructuras físicas” girando alrededor de su coma, la nube brillante y difusa que rodea su núcleo.
Según el usuario, las imágenes más recientes, captadas por el astrónomo aficionado Rays Astrophotography, confirmarían observaciones previas en las que ya se hablaba de “cinco anillos de polvo perfectamente definidos” a unos 150 mil kilómetros del núcleo. Estas afirmaciones han despertado interés, pero también escepticismo, debido a que no han sido corroboradas por organismos científicos oficiales.
EL PASO CERCANO A LA TIERRA
En paralelo, el astrofísico de la Universidad de Harvard Avi Loeb planteó que la anticola de 3I/ATLAS podría estar compuesta por un “enjambre de objetos” cuya superficie total sería mayor que la del propio cuerpo interestelar. De acuerdo con su análisis, mientras estos fragmentos no pierdan velocidad por efectos del calor solar, mantendrían una geometría estable alineada con el Sol.
El interés aumentó aún más cuando el pasado viernes 3I/ATLAS alcanzó su punto de mayor cercanía con la Tierra, a unos 270 millones de kilómetros, aunque ubicado al otro lado del Sol. Loeb precisó que el objeto no realizó maniobras ni mostró actividad inusual durante este acercamiento, lo que debilita la hipótesis de un origen artificial. Pese a ello, el científico señaló que, aunque lo más probable es que se trate de un cometa de origen natural, 3I/ATLAS sigue presentando anomalías que justifican su seguimiento continuo.


