Los moretones, también llamados hematomas, aparecen cuando los pequeños vasos sanguíneos se rompen y la sangre se filtra bajo la piel. Aunque los golpes suelen ser la causa más común, no siempre son necesarios para su aparición.
El envejecimiento es una de las razones principales. Con los años, la piel pierde colágeno y elastina, volviéndose más delgada, dejando a los capilares expuestos y más propensos a romperse incluso con pequeñas fricciones, como el roce de la ropa o una presión leve. Además, la capacidad de reparación de los tejidos disminuye, haciendo que los moretones duren más tiempo.
Ejercicio intenso y enfermedades de la sangre
La actividad física intensa también puede generar hematomas sin que haya un impacto directo. Deportes como el running pueden provocar pequeños desgarros en los vasos sanguíneos, lo que lleva a la aparición de moretones en zonas como los pies y las piernas.
Por otro lado, los trastornos de la coagulación afectan la capacidad del cuerpo para detener el sangrado de manera eficiente. Enfermedades como la hemofilia, la enfermedad de Von Willebrand y la deficiencia de protrombina pueden provocar moretones frecuentes. Además, una baja cantidad de plaquetas en sangre, conocida como trombocitopenia, también puede estar relacionada con este fenómeno.
Medicamentos, deficiencias nutricionales y problemas hepáticos
El uso de ciertos medicamentos también puede aumentar la fragilidad capilar. Anticoagulantes como la warfarina, antiinflamatorios como el ibuprofeno y corticoides pueden debilitar los vasos sanguíneos y alterar la coagulación, facilitando la aparición de hematomas. Además, algunos suplementos, como el ginkgo biloba, pueden tener un efecto similar.
Las deficiencias de vitaminas también juegan un papel importante. La vitamina K es clave para la coagulación sanguínea, y su falta puede provocar sangrados frecuentes. Asimismo, la vitamina C es esencial para mantener la estructura de los vasos sanguíneos, por lo que una carencia puede hacer que los capilares sean más frágiles.
Enfermedades hepáticas, como la cirrosis, también pueden afectar la producción de factores de la coagulación, aumentando la tendencia a desarrollar hematomas espontáneos. Cuando el hígado no funciona correctamente, la sangre pierde su capacidad para coagularse de manera eficiente.
Factores hormonales y exposición al sol
Las hormonas también pueden influir en la fragilidad vascular. Durante el embarazo, la menopausia y el ciclo menstrual, los cambios hormonales pueden hacer que la piel y los vasos sanguíneos sean más propensos a sufrir hematomas.
Finalmente, la exposición prolongada al sol puede debilitar la estructura de la piel y los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de moretones. La radiación ultravioleta daña las células cutáneas y favorece la inflamación, lo que puede llevar a la ruptura de los capilares y la aparición de manchas en la piel.
¿Qué hacer si te aparece un moretón sin golpearte?
Si los moretones aparecen con frecuencia sin una explicación clara, podría ser un signo de una condición subyacente. Consultar a un especialista es clave para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.
