Durante el embarazo y el post parto, las mujeres experimentan cambios hormonales, fisiológicos y mentales que pueden ser difíciles de sobrellevar, al igual que otros factores externos que pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas de salud mental como depresión y ansiedad.
Margarita Pinao, psiquiatra de la Dirección de Salud Mental del Minsa, sostuvo que es importante estar atentos a los signos de alarma: “cansancio o fatiga, alteraciones del apetito o del sueño, labilidad emocional, desmotivación, pensamientos negativos o catastróficos, que deje de acudir a sus controles prenatales o de disfrutar de sus actividades o pasatiempos, se aísle, rechace el embarazo o actúe como si no estuviera embarazada, inicie o aumente el consumo de licor, presente moretones, autolesiones, entre otros”.
Por otro lado, el jefe del Departamento de Salud Mental del Hospital Hipólito Unanue, William Aguilar, indica que existen dos posibilidades en que las mujeres sean diagnosticadas con depresión durante el proceso de gestación.
“Pueden tener una depresión previa al parto y pueden necesitar continuar con su tratamiento, con medicamentos como la Sertralina, que tiene una baja transferencia a la leche materna y, por lo tanto, no daña al bebé. La otra posibilidad es que desarrolle una psicosis o una depresión post parto, sin haber tenido antes un trastorno de salud mental. En estos casos es necesario medicar, porque existe el riesgo a que la madre atente contra la vida del bebé. Las mujeres diagnosticas con depresión en el embarazo son atendidas en un hospital, porque se necesita una evaluación multidisciplinaria completa” explicó a dicha entidad.
El Minsa destaca que para los casos que requieren hospitalización, el Hospital Nacional Hipólito Unanue cuenta con una Unidad de Hospitalización de Salud Mental y Adicciones (UHSMA) y un equipo multidisciplinario “que garantiza una atención de calidad y personalizada para cada usuaria”.
SALUD MENTAL DE LA GESTANTE
Es importante tomar en cuenta que en marzo de este año se aprobó la Directiva Sanitaria para el cuidado integral de la salud mental de gestantes y madres de niñas y niños menores de cinco años, con el objetivo de contribuir con la mejora de la calidad de vida de este grupo poblacional, así como con el desarrollo socioemocional de sus hijos.