La ducha es un momento rutinario para muchos, pero lo que pocos saben es que ciertos hábitos durante el baño pueden perjudicar la salud de la piel y el cabello. Te contamos cuáles son los 10 errores más comunes que probablemente cometes al ducharte y cómo evitarlos.
ERRORES COMUNES QUE DEBERÍAS CORREGIR
1. Aplicar el acondicionador en todo el cabello: Solo debe usarse en las puntas para evitar que la raíz se engrase más rápido de lo normal.
2. Ducharte por más de 10 minutos: Las largas duchas, aunque placenteras, deshidratan la piel. Lo ideal es ducharse entre 5 y 10 minutos.
3. Usar siempre el mismo desodorante: Al igual que con los medicamentos, las bacterias pueden acostumbrarse a los componentes, por lo que es recomendable cambiar de desodorante cada seis meses.
4. No aprovechar el vapor para que la ropa se planche: Durante la ducha, puedes colgar tu ropa en una percha cerca, lo que ayuda a eliminar arrugas de forma natural, pues se crean las condiciones adecuadas para que la ropa se planche sola.
5. No hidratarte la piel al salir de la ducha: El momento ideal para aplicar crema hidratante es justo después de la ducha, cuando la piel aún está húmeda y puede absorber mejor los productos.
6. Enroscar el cabello en la toalla: Esta práctica común causa estrés y daño al cabello. En su lugar, lo mejor es secarlo suavemente sin frotar ni enroscar.
7. Secarse con demasiada fuerza: Friccionar la piel con fuerza al secarse puede irritarla y agrietarla, especialmente en las pieles más sensibles. Es preferible secar con toquecitos suaves.
8. Dejar la esponja en la ducha: La esponja acumula bacterias si se queda en un ambiente húmedo. Debe aclararse, escurrirse bien y secarse al aire en un lugar seco.
9. No terminar con agua fría: Aunque puede ser difícil en invierno, unos segundos bajo agua fría al final de la ducha ayudan a mejorar la circulación, reducir el estrés y fortalecer el sistema inmunológico.
10. Usar demasiado jabón: El uso excesivo de jabón puede eliminar los aceites naturales de la piel. Lo ideal es usarlo solo en las zonas que realmente lo necesitan, como las axilas o los pies.
Incorpora estos cambios en tu rutina de baño y notarás una gran diferencia en la salud de tu piel y cabello.