Etza Reátegui Wong, conocida como ‘La Uchulú’, ha dado un paso crucial en su transición al someterse a una vaginoplastia en Bangkok, Tailandia. Este procedimiento quirúrgico es fundamental en la reasignación de sexo para mujeres transgénero, ya que permite la construcción de una vagina estética y funcional. La intervención ha sido un éxito, y ‘La Uchulú’ se encuentra recuperándose, acompañada por su madre.
¿QUÉ ES LA VAGINOPLASTIA Y CÓMO SE REALIZA?
La vaginoplastia es una cirugía que transforma los genitales masculinos en femeninos, siendo la intervención más relevante para quienes buscan la reasignación de sexo. El procedimiento incluye la extirpación del pene y los testículos, seguida de la creación de una vagina utilizando tejido del pene, escroto o colon. Durante la cirugía, se realizan varios procedimientos como la clitoroplastia para formar el clítoris y la labioplastia para dar forma a los labios vaginales.
El proceso puede incluir técnicas avanzadas como la inversión peniana o el uso del intestino grueso, conocido como procedimiento de colgajo intestinal. Algunos pacientes requieren depilación láser previa para asegurar que el tejido utilizado esté libre de vello, aunque algunas técnicas modernas evitan este paso.
EL PROCESO DE RECUPERACIÓN
Después de la cirugía, el paciente debe seguir un estricto régimen de cuidado y recuperación. Se inserta un catéter para recolectar orina durante varios días, y el seguimiento médico es esencial en la primera semana. La recuperación completa puede tomar hasta dos meses, y es crucial seguir las indicaciones médicas sobre el uso de dilatadores vaginales para mantener y expandir la nueva vagina.
Los dilatadores, entregados en un kit tras la cirugía, deben ser usados de forma constante para conservar la apertura vaginal. Además, aunque la próstata no se elimina durante la vaginoplastia, es importante realizar exámenes periódicos para detectar posibles problemas de salud. Este riguroso seguimiento es clave para garantizar el éxito a largo plazo de la intervención y mejorar la calidad de vida de las pacientes.
La vaginoplastia no solo implica una transformación física, sino también un cambio profundo en la vida de quienes deciden realizarla. Para mujeres transgénero como ‘La Uchulú’, esta cirugía representa un paso crucial hacia la congruencia de su identidad de género.