Ahora nos llega una noticia sorprendente puesto que investigadores de la Universidad de California en San Diego, (Estados Unidos) publican un estudio que constata que las personas que más consumen chocolate tienen índices de masa corporal (IMC) más bajos que los menos “adictos” al cacao.
Beatrice Golomb es la autora principal del ensayo quien mencionó la comprobación que los que comen más chocolate a menudo tienen un IMC más bajo. Según explicaron este hecho se produce a pesar de otros factores que pueden influir en los resultados como que no hacían menos ejercicio o consumían menos calorías.
Según Golomb el chocolate ha demostrado "en varios trabajos tener asociaciones metabólicas favorables con la presión arterial, la sensibilidad a la insulina y los niveles de colesterol. Es rico en antioxidantes fitonutrientes como las catequinas lo que podría contribuir a su acción beneficiosa tanto en la sensibilidad a la insulina como en la presión sanguínea. Sin embargo, dado que el chocolate se consume como y un dulce y tiene calorías, despierta preocupación relacionada con su ingesta y el aumento de peso”.
El grupo de científicos llevó a cabo un estudio con 1.018 hombres y mujeres de entre 20 y 85 años a los que se les realizaron cuestionaros sobre su consumo de chocolate y otro tipo de alimentos como frutas y verduras además de la ingesta de calorías. Además, se tuvo en cuenta su IMC y cuántas veces al día (de los siete de la semana) practicaban ejercicio.
"Los participantes tenían una edad media de 57 años y el 68% era varón. La media de consumo de chocolate era de dos veces a la semana y se ejercía deporte más de tres veces cada siete días", determinan los investigadores. Los datos revelan que aquéllos que más cacao ingerían gozaban de un IMC más bajo que los que menos lo consumían. "Estos resultados fueron reforzados tras llevar a cabo una serie de ajustes como la ingesta de calorías, la actividad física u otros factores que podían alterar los resultados", indica la especialista.
Los investigadores indicaron en las conclusiones de su estudio que "los productos de chocolate son a menudo ricos en azúcar y grasa, lo que contribuye al supuesto de que el cacao eleva el IMC. Ese trabajo no elimina la posibilidad de que algunos chocolates lo eleven, o que en algunos perfiles de personas suceda este efecto incluso con ingestas moderadas".
Pese a ello, la doctora Golomb defiende que el estudio "amplía las asociaciones metabólicas favorables del chocolate, e indicó que ya se le había relacionado con una mejor sensibilidad a la insulina y con la disminución de la presión arterial, efectos metabólicos que a menudo se relacionan con el peso". Dados todos estos datos, la científica y su equipo sugieren que se lleven a cabo más estudios "en poblaciones porque merece la pena establecer los beneficios metabólicos del cacao".