La Cancillería del Perú expresó su preocupación tras el anuncio del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, de cerrar todas sus fronteras, incluyendo la línea limítrofe con Perú, durante los días 9 y 10 de febrero. Esta decisión, tomada en el marco de las elecciones presidenciales, tiene como objetivo reforzar la seguridad ante posibles amenazas de grupos armados en la frontera.
ECUADOR REFUERZA MEDIDAS DE SEGURIDAD
El cierre fronterizo será respaldado por el despliegue de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, quienes tendrán la responsabilidad de bloquear la entrada y salida de personas en los límites nacionales. La decisión responde a informes de inteligencia que advierten sobre la posibilidad de que grupos delictivos intenten interferir en el proceso electoral.
Ante esta medida, la Cancillería peruana confirmó que mantiene comunicación constante con su par ecuatoriano para coordinar acciones que minimicen el impacto de la medida, especialmente en el comercio y el turismo, sectores que se verán directamente afectados.
PREOCUPACIÓN POR EFECTOS ECONÓMICOS Y SOCIALES
El cierre de fronteras impactará a viajeros, comerciantes y comunidades cercanas que dependen del tránsito diario entre ambos países. Empresas de transporte y negocios locales han expresado su preocupación ante la pérdida de ingresos durante estos días. Además, se espera un incremento en los controles migratorios en las zonas fronterizas, lo que podría generar congestionamiento en los días previos y posteriores a la medida.
A pesar del impacto que generará esta decisión, el Gobierno del Perú reiteró su disposición a colaborar con Ecuador en la lucha contra el crimen organizado y garantizar la seguridad en la región fronteriza.
