El fiscal José Domingo Pérez Gómez sorprendió al llegar al juicio de Keiko Fujimori, este último martes, vistiendo un chaleco antibalas. El letrado, a cargo del caso 'Cócteles', denunció públicamente amenazas contra su vida, lo que lo ha obligado a adoptar medidas extremas de protección.
El fiscal José Domingo Pérez, quien trabaja junto a su colega Rafael Vela en las investigaciones del caso Lava Jato, ha sido objeto de seguimientos y amenazas que comprometen su seguridad. Es por eso, que la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) tomó nota de esta situación, y otorgó a ambos fiscales medidas cautelares debido a los riesgos a los que están expuestos.
GRAVES AMENAZAS
Pérez Gómez detalló en una entrevista con Canal N que, además de las amenazas, ha experimentado incidentes preocupantes: “Dos efectivos del escuadrón de halcones me siguieron por las vías públicas, lo cual me llevó a presentar una denuncia por abuso de autoridad en la comisaría de San Borja”, explicó.
Además, reveló que su chofer fue confrontado e intimidado en la calle por un sujeto que advirtió que su jefe "ya va a caer". Este hecho ha sido documentado y trasladado a la Fiscalía de la Nación.
A pesar de las amenazas, el abogado se ha abstenido de señalar a un responsable directo, y solo espera que las investigaciones en curso clarifiquen quién está detrás de estos ataques. Mientras tanto, continúa trabajando bajo las recomendaciones de precaución brindadas por la CIDH, dada la gravedad de las acusaciones contra una organización que, según él, ha mostrado un patrón constante de hostilidad hacia su equipo investigador.
