La muerte de Soraida Ccaso Asparrín, la niña de 8 años que murió en el operativo militar del sábado en Ranrapata (Junín) no habría muerto en un fuego cruzado con un terrorista, tal como lo informó el ministro de Defensa, Pedro Cateriano.
Rodrigo Véliz, primo de la víctima, señaló que integrantes del Ejército dispararon a la menor. Asimismo, indicó que la pequeña y sus hermanos traídos a Lima se encontraban jugando en una chacra cuando escucharon los disparos, pero la menor fue alcanzada por un proyectil.
En conferencia realizada en la Beneficiencia Pública de Huancayo, el juez de paz de Santo Domingo de Acobamba informó que el cadáver tiene un orificio de entrada y salida de bala a la altura del tórax, y que el cuerpo tiene signos de haber sido arrastrado 50 metros desde una choza rústica del sector de Huancamayo y lanzado a un barranco.
Por su parte, el alcalde de dicho distrito, Jorge Aparicio Camarena, reafirmó que todos los menores asistían regularmente a un colegio de la zona y que no estaban en manos de terroristas, como señalaron autoridades militares y del Ejecutivo.
Hace instantes la bancada de Gana Perú realizó una conferencia para respaldar al Gobierno y dijo que según el peritaje, la bala que mató a la niña no correspondería a las usadas por las FFAA.