Según informa el diario ‘Perú.21’, el domingo 25 de marzo, enterado de que se iba a propalar imágenes donde se ve a su hermano Antauro fumando marihuana en su celda de Piedras Gordas, el Jefe de Estado habló con su padre.
Le dijo que ya no se iba a “hundir más por él”, que ya le había “dado el gusto” de “crear un penal más por él” (Virgen de la Merced de Chorrillos), pese a las fuertes críticas de la oposición por sus privilegios.
Inmediatamente, el patriarca de la familia, Isaac Humala, le informó la decisión del jefe de Estado al líder etnocacerista, pero este en su defensa, le aseguró que no era drogadicto porque, si lo fuera, no escribiría libros.
Pero lo que colmó la paciencia de Ollanta Humala fue la entrevista que dio Antauro en la que lo llamó “guachimán de Palacio”. De nada sirvió la intervención de Ulises, el hermano mayor, que trató de negar la frase despectiva.
El domingo, tras conocer las encuestas en las que el caso Antauro Humala lo había hecho caer en su aprobación, el jefe de Estado convocó a un Consejo de Ministros virtual donde se aprobó modificar el ingreso y salida de internos de la Base Naval.
Ollanta Humala no quiso firmar el decreto supremo que enviaba a su hermano a dicho centro penitenciario de máxima seguridad. La familia está dividida por este caso.