El 27 septiembre pasado, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, se puso un ultimátum: si en 60 días calendario no funcionaba el estado de emergencia impuesto en 14 distritos de Lima, simplemente iba a dar un paso al costado. El plazo se cumple este miércoles 27 de noviembre y muchos alcaldes exigen su renuncia al cargo.
“(El estado de emergencia) no funciona, no ha funcionado y, así como van las cosas, no funcionará”, sostuvo el alcalde de Comas, Ulises Villegas, quien aseguró que la delincuencia y el índice de criminalidad en su distrito continúan en aumento, a pesar de la medida de excepción implementada por la gestión de Santiváñez Antúnez.
Para Juan Carlos Liendo, analista de riesgo y seguridad, el estado de emergencia se ha convertido en una herramienta de gestión inútil que no da resultados. “Es un fracaso la gestión de la seguridad interna. Se deberían tener acciones reales y concretas, de acuerdo al nivel de peligro que enfrentamos”, aseguró Liendo en entrevista con Panorama.
CIFRAS DE TERROR
Pero no solo se trata del incremento de robos y asaltos, sino también de asesinatos a manos de sicarios. De acuerdo a cifras del Sistema de Información de Defunciones (SINADEF), cada cuatro horas y media se asesina a una persona en nuestro país. Una cifra realmente alarmante que refleja la grave crisis de inseguridad que se vive en las calles.