Esta semana se ha visto marcada por un tema que ha generado mucha polémica. Se trata de los gastos frívolos y superfluos del Congreso de la República en momentos en que el Estado exige austeridad.
Una minuciosa investigación de Carla Muschi y Christian Loayza demuestra que no solo son frigobares y televisores, en algunos casos se han solicitados hasta duchas personales.
Lo peor de todo es que esto no solo pasa en el parlamento sino también en otras entidades estatales. Más detalles sobre estas adquisiciones innecesarias en este reportaje.