El Día del Padre fue interrumpido por un potente sismo de magnitud 6.1 que remeció este domingo por la tarde la ciudad de Lima y el Callao. El movimiento telúrico generó escenas de pánico entre la población, que abandonó con rapidez viviendas, templos, locales comerciales y espacios públicos ante la fuerza del remezón. Cámaras de seguridad registraron cómo, en distintos distritos, personas tropezaban y corrían desesperadas buscando un lugar seguro. En viviendas y edificios, objetos cayeron violentamente al suelo y varias mascotas quedaron desorientadas por el movimiento prolongado.
Caos, prevención ausente y una tragedia evitable
Uno de los incidentes más trágicos ocurrió en el distrito de Independencia, donde un hombre perdió la vida al ser aplastado por un muro que cayó sobre la mototaxi a la que intentaba subir en plena evacuación. La falta de un sistema de alerta sísmica volvió a quedar en evidencia. A pesar de que desde el año 2017 se anunció la implementación del Sistema de Alerta Sísmica Peruano (SASPE), hasta la fecha este no se encuentra operativo, lo que impidió que miles de limeños tuvieran un aviso previo que les permitiera actuar con mayor seguridad.
En la Costa Verde, el sismo provocó derrumbes parciales en los acantilados, levantando densas nubes de polvo y generando alarma entre los conductores que transitaban por la vía. Afortunadamente, las barreras de contención geotécnica instaladas en años recientes cumplieron su función y evitaron que grandes rocas cayeran sobre los vehículos. A pesar del susto, no se reportaron heridos en esa zona, aunque sí se registraron afectaciones menores en centros comerciales y templos, como la Catedral de Lima, donde los fieles interrumpieron una misa para evacuar.
El jefe del Instituto Geofísico del Perú, Hernando Tavera, reconoció que en el país no existe un verdadero sistema de alerta temprana para sismos. Aclaró que el Sismate, sistema que envía mensajes a celulares, no cumple esa función, pues no anticipa el movimiento sísmico, sino que solo reporta una vez detectado. La ciudadanía ha expresado su frustración al ver que, ocho años después de su anuncio, el SASPE sigue sin estar operativo. La falta de este sistema impide salvar vidas, como la del ciudadano fallecido en Independencia, cuya muerte pudo haberse evitado con una alerta efectiva.