Miguel Rodríguez Díaz, conocido como alias “Cuchillo” y señalado por las autoridades como el autor intelectual de la masacre en Pataz, fue captado disfrutando de un relajado chapuzón, según reveló en exclusiva el programa Panorama. Las imágenes muestran al presunto cabecilla criminal con total frescura, ajeno a las investigaciones por el asesinato de 13 trabajadores mineros en una bocamina de La Libertad, crimen que conmocionó a todo el país.
En paralelo, las autoridades peruanas siguen de cerca los lujos que se daba “Cuchillo”, quien fue capturado en Colombia. Las pesquisas apuntan a una vida de excesos: viajes, joyas, fiestas y una red de protección legal que lo ayudaba a mantenerse al margen de la justicia. Parte de esa red sería Liliana Pizán Chirado, abogada y presunta pareja sentimental del delincuente, con quien sostenía conversaciones por WhatsApp donde incluso le solicitaba actas judiciales.
Por estos vínculos, el Poder Judicial ordenó 24 meses de prisión preventiva contra Liliana Pizán. El Juzgado Mixto de Investigación Preparatoria de Parcoy aceptó el pedido del Ministerio Público, que la acusa de lavado de activos y pertenencia a una organización criminal vinculada a la minería ilegal. Durante su detención, se le incautaron 100 mil soles en efectivo, suma que refuerza la sospecha sobre su implicancia en el blanqueo de dinero ilícito.
¿CUÁL ERA EL ROL DE LA ABOGADA?
Según la Fiscalía, la abogada Liliana Pizán Chirado habría utilizado su formación legal para encubrir las operaciones de la red criminal que operaba en la región La Libertad, protegiendo a sus integrantes y facilitando recursos legales. Con esta medida, la justicia busca evitar una posible fuga o entorpecimiento de las investigaciones que continúan tras la masacre de Pataz para determinar responsabilidades.