Durante un operativo, agentes de la Policía Nacional intervinieron una vivienda, en el Cercado de Lima, que servía de “búnker” a una organización criminal que no solo se dedicaba a cobrar cupos a transportistas, sino que también robaba celulares bajo la modalidad del raqueteo.
Estos delincuentes tenían en su poder armas de fuego y proyectiles que eran usados para atacar y amedrentar a sus víctimas. Sin embargo, la sorpresa para los agentes policiales fue mayor cuando ingresaron al inmueble, pues hallaron cartuchos de dinamita para la extorsión.
Cada uno de estos artefactos explosivos tenía inscripciones que, al parecer, indicaban quiénes eran las víctimas de los criminales: alcaldes, colegios, conciertos y hasta negocios. Es decir, cada uno de estos cartuchos estaba dirigido a un objetivo específico en la capital.
TRAFICARÍAN CON DINAMITAS
Además, las autoridades no descartan que esta organización criminal, cuyos integrantes ya se encuentran tras las rejas, también se dedicarían a vender las dinamitas a otras bandas criminales que se dedicarían a extorsionar a autoridades y prósperos empresarios.