Se complica la situación legal del autodenominado pastor evangélico Alberto Santana. Una denuncia por lavado de activos y estafa compromete seriamente su situación y la de su madre, también pastora de su congregación.
El punto de la denuncia es que el líder del movimiento El Aposento Alto exigía a sus miles de fieles entregar mil dólares en efectivo con el compromiso de que, con esos fondos, se compraría el estadio de Alianza Lima en su totalidad.
Este, decía, se convertiría luego en el gran templo. Como sabemos, eso no sucedió. Por cada mil dólares que entregaba un seguidor, según Santana, se derrotaba un "gigante" del mal. A más gigantes derrotados, más metros cuadrados divinos. Renzo Santana y Walter Jiménez presentan el reportaje.