Sin pensión, sin apoyo y muchas veces abandonados. Esta es la situación por la que pasa un gran número de ancianos. Están en las calles pidiendo limosnas, vendiendo caramelos, chocolates para poder subsistir. No es inusual verlos en las esquinas del Centro de Lima.
Muchos de ellos con discapacidades para poder realizar otras actividades quedando a expensas de la buena voluntad.