Era el inicio de la década de los 90 cuando las canciones Natusha, Vilma Palma e Vampiros, se adueñaban de las radios limeñas, y causan bailes de alto vuelo, el las antiguas discotecas de una creciente urbe capitalina.
Fue en 1992 cuando se originó un punto de quiebre, no solo el ámbito político, en la música los entonces jóvenes rebeldes, se identificaban con grupos que por aquellos días compartía sus alegrías, y frustraciones.
A continuación embárquese con nosotros a un viaje en el tiempo, donde a ritmo de “Locomía”, y un “General” panameño recordamos las canciones que marcaron una generación que hoy pasa los 30 años.