Estados Unidos amplió el número de bienes agrícolas que podrán ingresar libre de aranceles a su territorio mediante una reciente Orden Ejecutiva. Según informó la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Teresa Mera, alrededor de un centenar de estas subpartidas corresponden a productos que el Perú envía de manera regular al mercado estadounidense. Este grupo forma parte de un universo mayor de 237 subpartidas agrícolas del Sistema Armonizado estadounidense (HTSUS) que dejarán de aplicar el arancel recíproco, de acuerdo con el análisis del Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de ADEX (CIEN-ADEX).
Productos agrícolas peruanos que ganan terreno en EE. UU.
Del total de subpartidas beneficiadas, 100 coinciden directamente con la oferta peruana. En 2024, estas representaron más de 1,126 millones de dólares, lo que equivale al 11.7 % de los envíos nacionales dirigidos a Estados Unidos. Entre los bienes con mayor impacto figuran café sin tostar, paltas frescas o secas, manteca y aceite de cacao, mangos, mangostanes y jengibre. Según ADEX, el top 5 de partidas involucradas concentra el 72 % del valor favorecido por esta decisión.
La relación publicada por el Gobierno estadounidense también incluye productos pecuarios, insumos para panificación, jugos y ciertos fertilizantes y químicos de los capítulos 31 y 33 del Sistema Armonizado. El Mincetur precisó que alimentos como palta, café, cacao, mangos, jengibre, limones, naranjas y jugos naturales generaron cerca de 1,200 millones de dólares en exportaciones durante 2024, lo que representa el 24 % de lo enviado anualmente a ese destino.
El presidente de ADEX, César Tello Ramírez, calificó la decisión como un avance sustancial para el comercio bilateral, pues fortalece la predictibilidad en el acceso del agro peruano al principal mercado para las exportaciones no tradicionales. No obstante, el gremio pidió al Ejecutivo continuar negociando la eliminación de aranceles para otras cadenas productivas, especialmente la textil-confecciones, que podría quedar en desventaja frente a competidores centroamericanos como El Salvador y Guatemala, actualmente en proceso de negociación con Estados Unidos.



