La Fiscalía Superior Penal Nacional Especializada en Delitos de Terrorismo concluyó que Osmán Morote Barrionuevo, exdirigente de Sendero Luminoso, no cumple con los criterios establecidos por la Ley 32181 para acceder a un eventual beneficio humanitario. Esta norma permite, bajo condiciones específicas, que presos mayores de 80 años con enfermedades terminales o degenerativas en fase avanzada sean excarcelados. El Ministerio Público sostuvo ante la Primera Sala Penal Superior Nacional Liquidadora Transitoria que el sentenciado no se encuentra en ese supuesto.
Informe fiscal contradice pedido humanitario del abogado defensor
El recurso fue presentado por el abogado Ángel Bonett en abril, con el argumento de que su patrocinado, conocido como “camarada Remigio”, padece de Alzheimer. Sin embargo, el dictamen fiscal descartó que la dolencia esté en un estado crítico que justifique su salida del penal. “No se ha demostrado que su condición represente un riesgo inminente para su vida ni que se encuentre sin atención médica”, se detalló en el informe.
Bonett, en declaraciones a Perú21, expresó su disconformidad con la evaluación. Aseguró que, aunque su defendido recibe atención dentro del penal, esta carece de especialización neurológica. “Hemos entregado la historia clínica desde 2018, donde se aprecia una deficiencia cognitiva progresiva. Aun así, lo derivan al hospital de Puente Piedra, que no cuenta con los especialistas adecuados”, cuestionó el letrado.
Pese a los argumentos contrapuestos, el futuro legal de Morote aún está en manos del Poder Judicial, que dejó al voto la decisión final. La sala tiene un plazo de 15 días hábiles para emitir una resolución sobre la situación del ex número dos de la organización terrorista.
