La directora de la Zona Arqueológica Caral (ZAC), Ruth Shady, denunció que sigue recibiendo amenazas de muerte y que actualmente no cuenta con protección policial, pese a los constantes ataques de mafias dedicadas al tráfico de terrenos en la región.
AMENAZAS DE MUERTE Y ABANDONO ESTATAL
Durante la presentación de nuevos hallazgos en el sitio arqueológico Áspero, en Supe, Ruth Shady reveló que su equipo y ella trabajan en doce centros urbanos de la Civilización Caral sin apoyo policial. La arqueóloga criticó la falta de visión del Estado al retirar el resguardo que antes contaban en la zona, dejando vacía incluso la Casa del Policía que servía para custodiar el patrimonio cultural.
Shady señaló directamente a Pablo César Mejía Solís como uno de los cabecillas que amenazan su vida y la de sus colaboradores, prometiendo repartir tierras tras su asesinato. Además, acusó al jefe policial de Supe de negarse a brindar seguridad, alegando que su prioridad era proteger playas antes que los sitios arqueológicos. En contraste, mencionó que en Végueta recibió algo más de apoyo, aunque insuficiente para trabajar en condiciones seguras.
CARAL, PATRIMONIO EN RIESGO ANTE EL CRIMEN ORGANIZADO
La descubridora de la civilización más antigua de América Latina advirtió que las amenazas contra su vida se han vuelto una constante en los últimos años. Pese a ello, reafirmó su compromiso de seguir protegiendo Caral, exhortando a las autoridades a tomar conciencia sobre la importancia del patrimonio cultural como motor de desarrollo turístico y económico para el Perú.