El Servicio de Nutrición Pediátrica del hospital Nacional Edgardo Rebagliati, prepara más de 300 raciones diarias para niños que se recuperan de diferentes patologías, incluso en estado crítico. Lo que hace especial cada ración es que está diseñada en cantidades exactas de nutrientes, de acuerdo a los requerimientos nutricionales de cada pequeño.
El área de hospitalización del nosocomio alberga en promedio a 120 niños, contando incluso los que tienen una estadía temporal por emergencia. Cada uno de ellos requiere no solamente de un manejo médico o terapéutico individualizado, sino también en una dieta especial.
Dentro del grupo de pacientes críticos pediátricos se encuentran tres grupos principales: aquellos que requieren o han sido sometidos a un trasplante de órganos (16), los que tienen problemas hematológicos (16) y los pacientes oncológicos (18). A ellos, el equipo de nutricionistas les realiza una anamnesis nutricional, un informe que consigna la historia nutricional del niño, y el monitoreo diario, para ir modulando el tratamiento dietético, su bioquímica y la evaluación antropométrica.
Pero existe una pandemia paralela que está afectando la salud de nuestros niños, hablamos del sobrepeso y la obesidad. Esto ocurre cuando el peso de una persona está por encima de lo considerado saludable, como consecuencia de la ingesta excesiva de algunos alimentos y sedentarismo.
La obesidad puede causar complicaciones como problemas al corazón, presión alta y colesterol elevado. Del total de 120 niños internados, 25% presenta sobrepeso y 18% obesidad, esto hace cerca de un 40 % de niños con riesgo nutricional.