Varias ciudades de Apurímac, Huancavelica, Junín, Pasco, Huánuco y Ayacucho están paralizadas por el paro de agricultores de papa. Las instituciones públicas y privadas, así como los negocios están cerrados, ante los saqueos registrados, mientras cientos de protestantes bloquean las principales carreteras.
Las violentas protestas, iniciadas en la víspera, han dejado hasta el momento, extraoficialmente, dos muertos, decenas de heridos, millonarios daños materiales, y miles de campesinos a la espera de una pronunciamiento del Ejecutivo.
Edwin Miranda, del Comité de Lucha Agraria de Huánuco, señaló que nueve regiones se han sumado al paro, que deja, según sus informaciones, ocho muertos en Huancavelica y uno en Pasco, además de varios heridos de bala y detenidos.
El dirigente explicó que sus reclamos son por el bajo costo de la papa debido a la sobreproducción, que atribuyen a una “crisis generada por el Gobierno por la nula planificación agraria”, por el ingreso de papa extranjera y por la falta de una industria que la procese en el país.
Los protestantes piden al Ejecutivo declarar en emergencia la producción de papa, que el Gobierno compre el excedente del tubérculo, que repare a los agricultores que perdieron su cosecha con semillas, abonos o subsidios; y el incremento del presupuesto público para el sector agrario al 10%.
