Según la última encuesta de Kantar, 94 de cada 100 peruanos se automedican, siendo los analgésicos, antiinflamatorios y antigripales los fármacos que más se adquieren. Entre ellos, están los corticoides, los cuales se indican para tratar alergias e inflamaciones de distintas partes del cuerpo; pero, a su vez, su uso puede traer complicaciones.
“Los corticoides son antiinflamatorios fuertes. En los ojos, se utilizan corticoides en gotas, usualmente mezclados con antibióticos, para tratar alergias o conjuntivitis. Sin embargo, su venta y uso sin prescripción ni control por un oftalmólogo puede llevar a complicaciones serias en los ojos, como las cataratas o el glaucoma” señala el Dr. Carlos Siverio Llosa, especialista y presidente de directorio de Oftálmica Clínica de la Visión, centro que destaca por su ética, precisión y trato humano.
“La catarata es la opacificación del cristalino, que es un lente natural que tenemos dentro del ojo y que nos sirve para enfocar las imágenes. Los corticoides alteran el funcionamiento de las células oculares, produciendo que el cristalino se ponga turbio y disminuya así la visión. Si bien las cataratas se operan con buenos resultados hoy en día, en personas jóvenes puede haber complicaciones luego de la cirugía, como el desprendimiento de retina, que es una condición muy seria, con riesgo de producir ceguera. Este tipo de medicamentos también suben la presión del ojo, dañando el nervio óptico, lo cual llamamos glaucoma, ocasionándose un deterioro de la visión que puede llegar hasta la ceguera irreversible”, menciona.
A más tiempo de uso de los corticoides en gotas, mayor es el riesgo de padecer alguna de estas enfermedades. “Hay también un factor genético de por medio; es decir, si nuestros padres o abuelos tuvieron glaucoma o catarata, somos más propensos a tener estas complicaciones”, asegura.
Las gotas con corticoides pueden agravar las infecciones oculares
Si bien los corticoides ayudan a desinflamar el ojo, uno de sus efectos es que debilitan las defensas contra las infecciones. “Cuando se tiene una inflamación o enrojecimiento del ojo, es frecuente que, en la farmacia, le ofrezcan gotas de antibiótico mezcladas con un corticoide, como es la dexametasona. Como este baja las defensas, una infección ocular leve puede convertirse en una úlcera corneal grave”, indica el experto de Oftálmica Clínica de la Visión.
“Hay personas con problemas alérgicos o inflamación crónica de los ojos que usan gotas con corticoides permanentemente sin vigilancia médica, pues estas alivian sus molestias. Esta situación los expone a sufrir de las complicaciones mencionadas. Por ello, es importante que, ante cualquier signo de inflamación en la vista, se acuda al oftalmólogo para tener un diagnóstico y tratamiento adecuados”, finaliza.