Ante el repunte de casos los últimos días, el gobierno del presidente Vladimir Putin anunció que los empleados que se nieguen a vacunarse contra el coronavirus, pueden ser despedidos sin derecho a indemnización.
“Si las autoridades sanitarias de una región hacen obligatoria la vacunación para determinadas categorías de trabajadores, un empleado no vacunado puede ser despedido sin sueldo”, dijo el ministro ruso Anton Kotiakov.
Ante el aumento de casos, Moscú y su región fueron las primeras en hacer obligatoria la vacunación para los empleados. Desde entonces, otras siete entidades locales, entre ellas San Petersburgo y su región, tomaron medidas similares.
CASOS EN AUMENTO
Según las autoridades, Moscú registró 8,305 casos en 24 horas, cifra que sigue siendo muy superior a hace dos semanas, cuando se contabilizaron unos 3 mil casos diarios.
Este brote se debe a la variante Delta, identificada en India, y que afecta a casi el 90 % de los nuevos pacientes. A nivel nacional, Rusia registró 17,611 casos nuevos.