Ecuador decidió cerrar la mayoría de sus pasos fronterizos con Perú y Colombia como parte de una medida de seguridad nacional adoptada por el gobierno del presidente Daniel Noboa, según informó oficialmente la Cancillería ecuatoriana. La disposición, vigente desde el miércoles 24 de diciembre, busca reforzar el control territorial ante amenazas internas y externas, y restringe el ingreso legal a un solo punto habilitado por país.
La decisión afecta directamente a la frontera norte del Perú, donde solo permanece operativo el paso de Aguas Verdes, en Tumbes, conectado con el puente internacional de Huaquillas, en territorio ecuatoriano. Este es el único cruce autorizado para el tránsito formal de ciudadanos peruanos hacia Ecuador, bajo estricta supervisión de personal aduanero peruano y efectivos policiales ecuatorianos.
Desde la implementación de la medida, varios pasos estratégicos han quedado totalmente clausurados. Entre ellos figura el puente internacional La Balsa, que conecta Cajamarca con la provincia ecuatoriana de Zamora Chinchipe, así como el paso fronterizo de Macará, en la región Piura. Estas rutas eran utilizadas frecuentemente para el comercio local y el tránsito de personas entre ambas naciones.
REFUERZO MILITAR Y CIERRE DE RUTAS CLAVE EN LA FRONTERA NORTE
Además, las vías de ingreso hacia Zapotillo y Santa Rosa fueron inhabilitadas, al igual que los pasos de Jimbura, Lalamor y San Miguel, en la zona de Sucumbíos. En total, más de 1,500 kilómetros de frontera entre Perú y Ecuador han sido reforzados con presencia policial y militar, en una de las acciones de control fronterizo más estrictas adoptadas por Ecuador en los últimos años.



