Un niño de 11 años en China fue hospitalizado después de completar 14 horas de tareas escolares sin pausas, lo que le provocó una crisis de salud descrita por los médicos como “manos en forma de garra de pollo” y una peligrosa dificultad respiratoria.
Identificado solo como Liangliang, el menor estudió desde las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche en agosto, presionado por sus padres. A las 11 p. m. presentó respiración acelerada, entumecimiento en las extremidades, mareos y rigidez muscular.
Sus padres lo trasladaron de inmediato al hospital, donde los doctores le colocaron una máscara de oxígeno y diagnosticaron un trastorno respiratorio derivado de la hiperventilación. Este cuadro, desencadenado por estrés emocional y respiración rápida y profunda, puede ocasionar dolor torácico, espasmos en los dedos y rigidez muscular, con riesgo de ser letal si no recibe atención.
El menor se recuperó de manera progresiva tras estabilizar su respiración. Sin embargo, el Changsha Central Hospital informó que solo en agosto atendió a más de 30 adolescentes con síntomas similares, una cifra diez veces mayor a la de meses habituales.
Según un estudio del British Council (2017), muchos niños y adolescentes en China mantienen rutinas de estudio intensivas incluso durante las vacaciones de verano.