Esta mañana, el papa León XIV expresó su preocupación por la situación en el Medio Oriente y advirtió sobre el riesgo de una espiral de violencia tras el bombardeo de Estados Unidos contra instalaciones nucleares de Irán.
“El deber moral de cada miembro de la comunidad internacional es detener la tragedia de la guerra antes de que se convierta en una vorágine irreparable”, dijo el pontífice durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro.
CONFLICTOS SANGRIENTOS
Dijo también que la escalada entre potencias amenaza con relegar el sufrimiento de la población civil, en especial en zonas como Gaza y otros territorios palestinos, donde la asistencia humanitaria se vuelve cada día más urgente.
Por otro lado, instó a dejar de lado la violencia y apostar por el diálogo. “Que la diplomacia haga callar las armas, que las naciones tracen su futuro con obras de paz, no con la violencia ni los conflictos sangrientos”, finalizó.