La guerra en Ucrania da un giro significativo. Alemania se ha sumado oficialmente a los países que permiten a Ucrania utilizar armamento de largo alcance para atacar objetivos militares en territorio ruso. Así lo confirmó el canciller Friedrich Merz durante el Foro Europeo organizado por la cadena WDR. “Ucrania ahora puede defenderse, también atacando posiciones militares en Rusia”, afirmó, al señalar que ya no hay restricciones en el uso de estas armas por parte de los países aliados.
Merz evitó precisar si su gobierno entregará finalmente los misiles Taurus, aunque sí marcó una diferencia cualitativa entre las capacidades actuales de Ucrania frente a las que tenía hace unos meses. Destacó además que, a diferencia de Rusia, que “ataca sin escrúpulos” objetivos civiles, Ucrania ha concentrado su ofensiva en blancos militares.
La reacción rusa no se hizo esperar. Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, calificó la decisión como “bastante peligrosa” y advirtió que acciones de este tipo contradicen cualquier esfuerzo por una solución política al conflicto. Recordó que para Rusia, permitir ataques en su retaguardia con armas occidentales equivale a una participación directa de la OTAN en la guerra.
NUEVA ETAPA DEL CONFLICTO
La autorización alemana se suma a la que ya habían dado Estados Unidos, Reino Unido y Francia a fines de 2024, marcando una nueva etapa en la confrontación. Mientras tanto, el gobierno de Friedrich Merz ha anunciado que optará por mayor secretismo en cuanto al suministro de armas, buscando evitar riesgos estratégicos en su apoyo a Ucrania.