China pidió este miércoles calma y moderación tras el decreto firmado por Vladimir Putin que amplía las circunstancias en las que Rusia podría emplear armas nucleares. Este movimiento ocurre en medio de crecientes tensiones entre Rusia, Ucrania y sus aliados internacionales, luego de que misiles de largo alcance estadounidenses fueran utilizados por primera vez contra territorio ruso.
EL DECRETO NUCLEAR DE RUSIA Y LA REACCIÓN INTERNACIONAL
El presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó el martes una nueva doctrina nuclear que autoriza el uso de armas nucleares contra países no nucleares, como Ucrania, si cuentan con el respaldo de potencias nucleares como Estados Unidos. Esta actualización ha sido condenada como "irresponsable" por Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido, quienes temen una escalada en el conflicto.
Horas después del anuncio, Ucrania confirmó haber utilizado misiles de largo alcance ATACMS, proporcionados por Washington, para bombardear la región rusa de Briansk, intensificando la confrontación. Moscú ha respondido con indignación, acusando a Estados Unidos de agravar las tensiones mediante el suministro de armamento avanzado a Kiev.
CHINA, ENTRE LA NEUTRALIDAD Y SU ALIANZA CON RUSIA
En este escenario, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, instó a las partes implicadas a mantener la calma y trabajar por una solución pacífica mediante el diálogo. "Es esencial aliviar las tensiones y reducir los riesgos estratégicos", declaró Lin, reafirmando que la postura de Pekín de fomentar la desescalada se mantiene firme.
Aunque China se presenta como un mediador neutral en el conflicto, su estrecha relación política y económica con Rusia ha llevado a miembros de la OTAN a calificar a Pekín como un "facilitador decisivo" de la invasión de Ucrania. Sin embargo, China ha negado el envío de armamento letal a cualquier bando, en contraste con Estados Unidos y otras naciones occidentales.
La actualización nuclear de Rusia y las respuestas internacionales refuerzan las preocupaciones globales sobre el uso potencial de armas nucleares en un conflicto que ya ha escalado significativamente. Pekín busca proyectarse como un actor constructivo en medio de una crisis que amenaza con profundizar la polarización global.