Los hijos de Kate Middleton y el príncipe William llevan una vida lo más normal posible dentro de la monarquía, pero no están exentos de los desafíos que enfrentan otros niños en la escuela. George, Charlotte y Louis intentan adaptarse al entorno escolar como cualquier estudiante, aunque algunos problemas comunes han salido a la luz, especialmente en el caso de los dos mayores.
GEORGE Y SU DIFÍCIL ADAPTACIÓN A LA ESCUELA
El príncipe George, segundo en la línea de sucesión al trono británico, ha tenido que enfrentarse a varios obstáculos en su vida escolar. Según el diario británico The List, William confesó que George, de 11 años, se rehusaba a asistir a la Escuela Lambrook en sus primeros días. El príncipe se mostraba incómodo e inseguro, lo que llevó a su padre a estar preocupado por su adaptación. Sin embargo, con el tiempo, George superó esas dificultades y se convirtió en uno de los estudiantes más populares de su clase.
A pesar de ser miembro de la realeza, George enfrenta las mismas inquietudes que cualquier otro niño. Su resistencia inicial a la escuela es un recordatorio de que, aunque su vida esté bajo el escrutinio público, sigue siendo un niño con los mismos temores y problemas que sus compañeros.
CHARLOTTE Y SU AVERSIÓN A LOS EXÁMENES
Por otro lado, la princesa Charlotte, de 8 años, ha expresado su desagrado por los exámenes. Según declaraciones del propio príncipe William, su hija tiene pocas ganas de enfrentar las pruebas escritas en la escuela, lo que genera algunos problemas académicos. Al parecer, su hermano mayor comparte este mismo sentir, pues ambos no comprenden la necesidad de repetir constantemente este tipo de evaluaciones.
A pesar de estos desafíos, los príncipes cuentan con un fuerte apoyo familiar. Kate Middleton, quien ha estado lidiando con su propia batalla contra el cáncer, y el príncipe William, así como su niñera de confianza, María Teresa Turrión, trabajan para que sus hijos superen estas dificultades de forma saludable y gradual.
