Este último viernes un atentado en Moscú llamó la atención del mundo ante lo que fue una de las mayores masacres perpetradas en Rusia en las dos últimas décadas.
Se detuvieron a cuatro personas sospechosas de cometer el crimen, quienes han pasado a disposición del tribunal del distrito moscovita de Basmanni. Los sujetos, imputados por terrorismo, podrían ser condenados a cadena perpetua, por el momento permanecen en prisión preventiva.
La mayor parte de la sesión a los sospechosos transcurrió a puerta cerrada, según las autoridades rusas, para evitar que se difundan detalles que afecten a las familias de las víctimas.
DATOS
Las autoridades no han confirmado una posible vinculación de los detenidos con el Estado Islámico, grupo terrorista que ha asumido la autoría del ataque.
También, el Kremlin ha descartado la colaboración en la investigación de estados occidentales. Dmitri Peskov, portavoz de Vladimir Putin, señaló que se volverá a comentar del atentado una vez que concluya la investigación, tampoco opinó sobre la violencia empleada contra los sospechosos.
Por otro lado, las autoridades rusas han vinculado a los asaltantes con Ucrania, sin embargo, lo único comprobado es que los detenidos, todos de nacionalidad tayika, viven en Rusia, ninguno habla ruso, por lo que necesitaron intérpretes en la audiencia.
Durante la matanza, al menos 137 personas fueron asesinadas y más de 140 terminaron heridos.