Una tragedia ocurrió en Panamá, donde al menos 39 personas murieron luego que un autobús, que trasladaba migrantes, cayera por un precipicio en la selva del Darién, zona fronteriza con Colombia.
El vehículo transportaba a 66 pasajeros a bordo, todos migrantes, y se dirigía a un albergue en la localidad de Gualaca, en la provincia de Chiriquí, unos 400 kilómetros al oeste de Ciudad de Panamá.
Según confirmaron las autoridades, la mayoría de fallecidos son ciudadanos venezolanos, aunque también hay ecuatorianos, haitianos y cubanos, además de africanos y asiáticos.
Para ayudar a los viajeros, el Gobierno panameño, con apoyo de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, ha instalado varios campamentos para la atención humanitaria a los migrantes heridos.