Ahora es parte de la familia. La mascota no tiene pedigrí ni raza conocida, pero es miembro de la familia presidencial y fue parte de la toma de mando de Luiz Inácio Lula da Silva cuando volvió a ocupar el palacio gubernamental.
La mascota fue bautizada como Resistencia y fue rescatada de la calle por militantes de izquierda que apoyaban a Lula da Silva cuando estaba en prisión. Ella apareció a fines de 2018 en un campamento montado por decenas de personas frente a la cárcel en la que estaba Lula, condenado por asuntos de corrupción en juicios que luego fueron anulados por la Justicia.
El can permaneció a lado de quienes hacían vigilia por Lula y allí encontró abrigo y comida, con lo que se quedó allí hasta volverse parte del movimiento de apoyo. Cuando la apreciada mascota tuvo problemas de salud, Janja, entonces novia de Lula da Silva, decidió adoptarla.
DE LA CALLE AL PALACIO PRESIDENCIAL
Resistencia ahora es parte de las fotos familiares, junto a París, otra mascota callejera que Janja ya tenía, y será parte de la imagen de campaña por los derechos de los animales que Janja pretende promover desde su posición como primera dama.
ROMPERÁ EL AISLAMIENTO
Lula dijo en su discurso que retomará la integración en América Latina y buscará el diálogo activo y altivo con otras regiones del mundo. Señaló que retomará Unasur, fortalecerá el foro BRICS, que integra Brasil con Rusia, India, China y Sudáfrica, sin descuidar sus relaciones con Estados Unidos o la Unión Europea.
Añadió que romperá el aislamiento al que fueron sometidos durante el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, volverá a Brasil un país soberano que asumirá todas sus responsabilidades sobre la Amazonía y pondrá toda su diplomacia al servicio de la defensa de la democracia, que está “amenazada por un extremismo autoritario alrededor del planeta”, señaló.
Con información de Infobae