Con escepticismo, así reaccionó Ucrania luego de que Rusia ordenara retirar sus tropas de la ciudad de Jersón, en el sur del territorio ucraniano, haciendo un llamado a mantener la resistencia hasta que su capital, Kiev, libere todas las localidades ocupadas.
La decisión de Moscú de retirar sus tropas de la capital de la región de Jersón, ocupada al principio de la invasión, coincide con una estimación hecha por Estados Unidos de que más de 100 mil soldados rusos han muerto o han sido heridos en la ofensiva.
Las fuerzas ucranianas probablemente sufrieron bajas similares, según estimó Mark Milley, jefe del Estado Mayor de EE.UU. Tanto él como el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, evitaron exagerar la importancia del retiro de las tropas de Moscú de Jersón.
No obstante, el presidente Joe Biden afirmó que es una prueba de que más de ocho meses después del inicio de guerra, Rusia tiene "problemas reales" en el campo de batalla. En esa línea, Zelenski sugirió que podría tratarse de una maniobra estratégica de Rusia.
JERSÓN Y SU RELEVANCIA
Jersón posee una importancia estratégica por ser fronteriza con la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, y hasta el momento era el mayor trofeo de campaña para los rusos en la ofensiva que comenzó el pasado 24 de febrero.
En las últimas semanas, la contraofensiva de las tropas ucranianas avanza sostenidamente y se acerca a la ciudad, por lo que las autoridades de ocupación instaladas por Rusia en Jersón han estado evacuando a la población civil.
"NO CONFIAMOS EN EL ENEMIGO"
Mientras tanto en Kiev, el legislador y negociador de paz ucraniano David Arakhamia insistió en que los militares ucranianos no se dejarían llevar por una falsa sensación de seguridad. "No confiamos en el enemigo y vamos a actuar de acuerdo a nuestros planes de liberar los territorios", afirmó.