En Rusia, el presidente de la Federación rusa, Vladimir Putin, superviso el desempeño de las fuerzas "estratégicas" de Moscú en un simulacro llevado a cabo estos días en un ejercicio para poner a prueba sus capacidades en caso de un ataque nuclear masivo.
La operación bautizada como "Trueno" involucró un gran número de submarinos con capacidad para este tipo de armamento, bombarderos estratégicos TU-95 y el lanzamiento de prueba de misiles balísticos intercontinentales desde mar y tierra.
El ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, informó al mandatario ruso, que en las maniobras se practicó el "lanzamiento de un ataque nuclear masivo por parte de las fuerzas estratégicas ofensivas en respuesta a un ataque" similar por parte del enemigo.
"Hay nuevos riesgos y desafíos para nuestra seguridad colectiva", puntualizó Putin en el contexto de una reunión de funcionarios de inteligencia de las naciones exsoviéticas.