Esta mañana, la Corte Suprema de Estados Unidos puso fin a una sentencia que durante 49 años garantizó el derecho de las mujeres de ese país al aborto, pero que nunca había sido aceptada por la derecha religiosa.
El fallo no convierte en ilegales las interrupciones del embarazo, sino que hace retroceder a EEUU a la situación vigente antes de la sentencia "Roe v. Wade" de 1973, cuando cada estado era libre de autorizarlas o no.
Estados del sur y del norte
En un país muy dividido es probable que la mitad de los estados, especialmente en el sur y el centro más, conservadores y religiosos, podrían prohibir los abortos en un plazo más o menos corto.
"La Constitución no hace ninguna referencia al aborto y ninguno de sus artículos protege implícitamente este derecho", escribió el juez Samuel Alito, en nombre de la mayoría. Roe v. Wade "debe ser anulado".