Una niña, identificada como Tanya, de seis años de edad, murió deshidratada bajo las ruinas de su casa bombardeada en Mariúpol, en el sureste del país, ciudad asediada por el ejército ruso, según reveló el alcalde de la localidad, Vadim Boitchenko.
“En los últimos minutos de su vida, (Tanya) estaba exhausta, asustada y terriblemente sedienta, al lado estaba su madre muerta. Esta es solo una de las muchas historias que suceden en Mariúpol, que está sitiada desde hace ocho días”, señaló el burgomaestre.
Víctimas inocentes de la guerra
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, también habló sobre la muerte de la niña, una de las tantas víctimas inocentes de este conflicto armado, dijo, y pidió una vez más a los países occidentales que ayuden a Ucrania en su desigual lucha contra Rusia.
Unos 300.000 civiles llevan varios días inmovilizados por los violentos combates en el puerto estratégico de Mariúpol, en el sureste del país, en el Mar de Azov, privados de agua, abrigo, alimentos y electricidad, y sin acceso a la ayuda humanitaria.