La Organización Mundial de la Salud, en su sexto informe actualizado sobre la variante Ómicron durante la pandemia de la COVID-19, concluye que en las últimas semanas se ha frenado ligeramente el avance de los contagios en el planeta.
El aumento de casos en todo el mundo ha conllevado un alza en las hospitalizaciones y la atención en camas UCI de muchos países. La protección de las vacunas ante posibles formas graves de SARS CoV-2 ha bajado con la variante Ómicron del coronavirus a un 50%, advierte la OMS.
Pero la nueva cepa ya se ha detectado en 171 países con una propagación más rápida que sus predecesoras, donde su capacidad de evadir la inmunización que proporcionaban las vacunas o los anticuerpos de pacientes recuperados ha contribuido a su fuerte transmisión en todo el planeta.
“El riesgo en la pandemia debido al auge de ómicron sigue siendo muy alto” señalan las conclusiones del informe de la OMS.
Cabe señalar que la variante Ómicron tiende a afectar más al sistema respiratorio superior, frente a variantes anteriores que atacaban el tracto inferior.