Sucedió en Nueva Zelanda. Una joven británica fue asesinada por un hombre que conoció en Tinder, quien después vio pornografía violenta y acudió a otra cita mientras el cadáver de la chica aún yacía en su apartamento.
La joven de 22 años viajaba por el mundo cuando de pronto desapareció en las primeras horas de su cumpleaños, en Auckland. Grace Millane fue vista por última vez en la víspera de su cumpleaños, en diciembre de 2018.
Su presunto asesino, quien no puede ser nombrado por razones legales, asegura que Grace le pidió que la asfixiara y dijo que su muerte había sido accidental. Sin embargo, los fiscales argumentaron que la muerte de la joven fue un homicidio.
El fiscal señaló que el presunto asesino, quien tiene 27 años de edad, investigó cómo deshacerse de un cuerpo durante una hora, observó pornografía violenta en su celular y tomó una serie de fotografías de los genitales de la joven. Al día siguiente compró la maleta, metió el cuerpo de Grace y luego la enterró en un bosque.
Asimismo, reveló que el acusado rentó un auto y equipo de limpieza para remover los rastros de de la sangre de la joven de su alfombra.
Por su parte, Ian Brookie, defensa del acusado, expuso que pese a que no culpa a Grace de su propia muerte, fue un accidente y no un homicidio, ya que "un acto diseñado para aumentar su placer sexual salió mal y ella murió como resultado de eso".
