En Bolivia, el fuego del Amazonas se expandió hasta los municipios de Roboré, San Matías, San Ignacio y Charagua. Las autoridades de esas regiones informaron que continúa atacando las llamas desde el aire, con descargas de agua, y en tierra, con bomberos y voluntarios.
Pero la situación se agrava con la altas temperatura, la falta de humedad y los fuertes vientos que soplan en la zona.
El fuego no da tregua en la Chiquitanía y avanzó impulsado por vientos de hasta 90 kilómetros por hora y ya arrasó a unas 12 viviendas.