La llegada del Año Nuevo conlleva a una serie de celebraciones en todo el mundo que incluye un espectáculo de fuegos artificiales en lugares emblemáticos. Sin embargo, existen países que no se suman a estos festejos por diversos motivos.
Uno de ellos es India, donde las autoridades, en 1957, decidieron establecer el Varsha Patripada (Año Nuevo hindú) cada 22 de marzo, con la finalidad de acabar la confusión que existía entre las muchas religiones que allí coexisten, pues cada una tenía su propio calendario que les indicaba las fechas de varias fiestas religiosas.
Otro país es Sri Lanka, allí el 14 de abril se lleva a cabo Aluth Ayurudda, el cual es un evento que celebra el final de la temporada de cosecha. Asimismo, esta fecha coincide con uno de los dos días en el que el sol se alinea directamente con la isla.
Mientras tanto en Arabia Saudita tampoco se celebra Año Nuevo el 1 de enero, mas bien, las autoridades prohibieron cualquier tipo de festejos por este día, tanto a nacionales como extranjeros. ¿Por qué? La razón es que el gobierno saudí consideró que se deben respetar sus creencias y seguir rigiéndose bajo el calendario lunar y no el gregoriano.
Por su parte, la isla de Bali, ubicada en Indonesia, tiene su propia celebración denominada Nyepi, que a comparación de otras partes del mundo en el que la algarabía prima, allí no pues es una fecha que invita a la reflexión y el descanso. Previo a este importante acontecimiento que se lleva a cabo el 22 de marzo, la población ejecuta rituales para ahuyentar elementos negativos, rendir homenajes a sus dioses y purificar objetos sagrados.
Siendo el último a este listado y no menos importante es China que se rige por su calendario lunisolar que comienza desde el día uno del primer mes lunar hasta el quince donde se lleva cabo el Festival de los Faroles. Cabe indicar que a este evento también se lo llama Fiesta de la Primavera o Año Nuevo chino.