El juez argentino, Claudio Bonadio, procesó y dictó prisión preventiva contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras ser acusada de haber recibido millonarios sobornos de empresarios de la obra pública durante los Gobiernos kirchneristas (2003-2015).
La justicia de Argentina acusa a Fernández de liderar una asociación ilícita que tenía como objetivo recaudar millonarios sobornos de empresarios de obras públicas.
La exmandataria tiene un proceso por los delitos de cohecho pasivo y dádivas en reiteradas ocasiones, sin embargo no será detenida por ser senadora y tener fueros. El juez también dictó un embargo millonario de más de cien millones de euros.
La expresidenta iría a prisión solo si dos tercios de los senadores aprueban su desafuero, una posibilidad que medios de ese país señalan como un caso lejano.