Gabe Tye, de 8 años, se quitó la vida dos días después de recibir una paliza de parte de sus compañeros de la escuela primaria Carson, en Cincinnati, Estados Unidos. El menor era acosado constantemente.
El pasado miércoles 11 de mayo, las cámaras de seguridad de la escuela registraron cómo varios estudiantes golpean al pequeño Gabe en la entrada de uno de los baños, nadie los defendía pese a los gritos del niño.
“El comportamiento que he visto me parece bullying y podría llegar incluso al grado de un asalto criminal”, señaló uno de los detectives que investiga el caso y que ha entrevistado a varios de sus compañeros.
Los padres del pequeño no fueron informados de esta última feroz golpiza, propinada por muchachos de grados superiores, pero se les indicó que el pequeño Gabe había sufrido un desmayo sin importancia.
Su madre lo recogió de la oficina de la enfermera de la escuela y se quedó en casa al día siguiente porque se quejaba de un fuerte dolor en el estómago, algo que sus progenitores atribuyeron a un virus.
Al día siguiente el niño regresó a la escuela sin ninguna novedad. Al volver a casa se encerró en su habitación, al parecer cansado de los insultos y los golpes, y se ahorcó con la corbata de su uniforme.