El local está ubicado a pocos metros de la Plaza de San Pedro. Desde un primer momento, algunos religiosos manifestaron su enojo por la llegada del restaurante de comida rápida.
En el edificio donde abrió sus puertas McDonald's vive actualmente, entre otros, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el alemán Ludwig Müller.
Los críticos aseguran que hubiera sido mejor que allí se abriese un centro social en lugar de una hamburguesería. McDonald's aún no se pronunció sobre la polémica.
Pese a todos los cuestionamientos, la agencia de la Santa Sede que administra los inmuebles, APSA, no atendió los reclamos de los cardenales y residentes, y arrendó el local.