El próximo martes el Arzobispado de Río iniciará en la cima del Corcovado una campaña para recaudar fondos para el mantenimiento del monumento, elegido en 2007 como una de las nuevas siete maravillas del mundo.
La campaña "Amigos del Cristo Redentor" deja en claro que, pese a la importancia turística del monumento, su mantenimiento es responsabilidad de la Arquidiócesis de Río de Janeiro, su propietario, y que ahora "necesita ayuda" para financiar los casi millón y medio de dólares de gastos anuales que demanda su cuidado.
De acuerdo con el Santuario del Cristo Redentor, la campaña también quiere recalcar que la Arquidiócesis no recibe nada de los 20,5 dólares que paga cada uno de los turistas para acceder a una atracción que recibe cerca de tres millones de visitantes al año.
Los boletos de ingreso son vendidos por los administradores del Parque Nacional de Tijuca, la reserva ambiental en la que está ubicado el cerro del Corcovado y que pertenece al Gobierno federal de Brasil.