El suceso se registró en la región de Kamienna Gora, en Polonia. El joven, identificado como Kamil, se desmayó producto de la ingesta desmedida de licor, por más de diez horas, y despertó horas más tarde en la morgue.
Tras el desvanecimiento, sus amigos muy asustados lo trasladaron al hospital, los médicos certificaron su muerte a consecuencia del consumo de alcohol y un supuesto coma etílico. El cuerpo fue trasladado a la morgue.
Horas más tarde, el joven despertó en el depósito de cadáveres y a gritos pedía que lo sacaran de allí. El guardia de seguridad se apersonó al lugar para saber quién hacía tal escándalo y encontró al joven llorando.
El agente de seguridad llamó inmediatamente a la Policía, que lo trasladarlo al hospital para el reconocimiento médico. Kamil estaba en perfecto estado de salud y lo mandaron a su casa.
Tras conocerse la noticia, en broma sus amigos señalaron que no estaba muerto... andaba de parranda.