Este domingo Estados Unidos conmemora 15 años del llamado ‘11 de setiembre’, uno de los primeros atentados ocurridos en territorio estadounidense en casi 200 años que conmocionaron al país en el 2001 y desataron una guerra entre oriente y occidente que aún no acaba.
El secuestro por parte de la organización terrorista Al Qaeda de cuatro aviones de pasajeros para estrellarlos en puntos estratégicos, dejó casi 3000 muertos. Dos fueron a las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York, otro al Pentágono en Washington. Otro cayó en un campo de Pensilvania.
Este sábado, el presidente Barack Obama evocó uno de los días “más negros de la historia de nuestra nación”, reconoció que muchas cosas han cambiado. “Impartimos justicia a Osama bin Laden (líder de Al Qaeda). Fortalecimos nuestra seguridad interior. Hemos prevenido ataques. Hemos salvado vidas”.
Sin embargo, admitió también que el terrorismo “ha evolucionado”, refiriéndose a ataques como el de Boston, Massachusetts, San Bernardino en California y Orlando, en Florida. “En Afganistán, Irak, Siria y donde sea, seguiremos incansables (la lucha) contra terroristas como Al Qaeda e ISIL (como se conoce al Estado Islámico)”.
“Los destruiremos. Y seguiremos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para proteger nuestro territorio”, añadió Obama.